Viernes 25 de Marzo de 2011

JARQUÍN: "El MISMO ORTEGA BAJO OTRA CIRCUNSTANCIA".

El aspirante a la vicepresidencia califica como un “accidente histórico” el hecho de que Daniel Ortega sea presidente de la República.

Medios Digitales: Una catarsis alternativa

A criterio de Ortega, las marchas virtuales no tienen incidencia alguna en la población; suponiendo que su sentido común le haya dado una respuesta verídica, no puede obviar que este activismo es una catarsis para quienes no convergen con él.

Hacia el Bicentenario con Posible Dictador

Cuando en su 35ª reunión la UNESCO decidió celebrar el bicentenario de los procesos de independencia de los países de América Latina y el Caribe, jamás imaginó que algunas de las democracias nacientes en este continente se convirtieran en Estados de hecho.

Radiografía de un País Intolerante

Ni siquiera hay que poseer una fuerte contextura intelectual para darse cuenta que Nicaragua poco a poco se ha convertido en antagonista del modelo humano que expone Dios en su único “Best seller”; la biblia.

La OTRA FAMILIA

¿Quién decide cuál es el hogar perfecto para un pequeño?

La otra familia

Por Samael C. Soza

¿Quién decide cuál es el hogar perfecto para un pequeño?, bajo esa premisa y la polémica generada por la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, se desarrolla la trama de la película mexicana “La otra Familia”, una historia que invita al público a reflexionar sobre las nuevas estructuras familiares y la responsabilidad que conlleva la paternidad.

“Solamente el 36% de las familias en Latinoamérica son tradicionales, es decir, papá, mamá, niños y niñas; eso es algo contundente”, expresó Gustavo Loza, director de la película, quien asegura no tener miedo al rechazo del filme.

“La otra Familia”, muestra a un niño de siete años, que al ser abandonado por su madre, se enfrenta a un futuro incierto e involuntariamente toca la vida de varios personajes con diferentes historias e intereses.

En 2010 se aprobó la adopción de parejas del mismo sexo en la ciudad de México, siguiendo el camino que eligió Uruguay en 2009, al ser el primer país de América Latina en reformar su legislación.

“Esta película aporta a la sociedad la posibilidad de expandir el pensamiento para no marginar”, asegura Naila Norvid, una de las actrices protagonista.

 “La otra Familia”, se estrena paralelamente en México y Colombia. Aunque ha recibido fuertes críticas de grupos conservadores, sus creadores confían que la película será bien acogida y ayudará a eliminar prejuicios e intolerancia.


Son más los hispanos en Estados Unidos

Foto tomada de Google.com
Por Antonio Lezama

La población hispana ha crecido en Estados Unidos. Oficialmente, se contabilizan 50 millones de latinos, según la Oficina del Censo, manteniendo así su lugar como la primera minoría del país.

Complacido se veía el director del Censo, Robert Groves, quien divulgó las novedades del conteo 2010 en Washington. Los hispanos representan ahora un 16.3% de la población. Este grupo tuvo la tasa de crecimiento más grande de todo el país, llegando al 43%, lo que se traduce un aumento de 15 millones de personas. El segundo grupo con mayores ganancias fue el asiático, con 42.9%, lo que implicó sumar 4.3 millones a sus filas.

En contraste, la población blanca registró los números más bajos, con un crecimiento de 1.2%, es decir 2.3 millones. En tanto, el porcentaje para la población en general fue de 9.7%.

De acuerdo con el funcionario del Censo, Roberto Ramírez, aún se está "trabajando en determinar las fuentes de origen de los grupos", es decir cuántos son producto de migraciones, en comparación con población nacida en el país. Asimismo, especificó que en mayo próximo se entregarán detalles respecto a los países de origen de la población hispana.

"Estábamos conscientes de que este grupo continuaba creciendo, pero no sabíamos cuál era la magnitud. Los aumentos en zonas como el sur y el oeste son impresionantes. Las proyecciones son aún más esperanzadoras cuando se mira a la población joven. La edad promedio de los hispanos es 27 años, mientras para los no hispanos llega a 41 años", aseguró Patricia Foxen, directora asociada de investigación del Consejo Nacional de La Raza (NCLR).

El director ejecutivo la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO), Arturo Vargas, calificó el conteo como un éxito. Sin embargo, reconoció que es imposible tener un mapa completo porque hay personas que deciden no participar. "Hubo lugares donde los resultados respecto a la población latina fueron menores a lo que se pensaba, como en Maricopa, Arizona, donde el ambiente hostil desincentivó a la gente", dijo.

Aunque los resultados generales muestran un aumento significativo para los hispanos, el ritmo de crecimiento es menor, si se compara la década 2000-2010, frente a 1990 y 2000. Ahí la población latina registró un porcentaje de crecimiento de 57.9%, llegando a 35 millones de personas, que en total representaban un 12.5% de la población del país.

De acuerdo con Mark López, director asociado de Pew Hispanic Center, aunque el ritmo de crecimiento es menor, en comparación con lo que se vio en el censo de 2000, se estima que "durante las próximas décadas la población hispana continúe en aumento, llegando a 129 millones para el año 2050", detalló.

En el caso de los menores de 18 años, los números se inclinan aún más por los hispanos. En el porcentaje de cambio por grupos, los latinos alcanzaron un 38.8%, es decir 4.8 millones más. Esto supera ampliamente a cualquiera de sus contrapartes. La diferencia se incrementa aún más, si se compara con la población blanca que reportó incluso números negativos, restando 4.3 millones de personas.

"Las cifras demuestran que los hispanos somos la población del futuro. Cualquier partido que quiera liderar el país debe incluir a los latinos. Ahora el desafío es inscribir más gente para votar y animar a los que ya pueden ejercer este derecho", enfatizó Vargas.

Durante las elecciones de 2010 votaron cerca de 6.5 millones de latinos, a pesar que alrededor de 20 millones eran elegibles para hacerlo. NALEO estima, además, que en el país existen cerca de 4 millones de residentes permanentes que podrían convertirse en ciudadanos. Según el Departamento de Seguridad Interna, 743,715 personas adquirieron su ciudadanía en 2009, uno de cada tres provenía de América Latina.

El censo destacó a estados como California, Arizona y Texas, como las principales áreas donde las minorías representan más del 50% de la población.

Asimismo, reportó entre las áreas más pobladas del país a Nueva York, con 8,175,133; Los Ángeles, con 3,792,621, y Chicago, con 2,695,598.

Mujeres sin tierras

Por Amada Sánchez y Samael C. Soza

Contexto Social

El problema de la tierra no deja de ser vigente en América Latina desde tiempo atrás. A inicios de esta década, la tenencia de tierra y la repartición inequitativa del ingreso económico en los hogares, encabezaban las estadísticas como principales problemáticas dentro de las comunidades rurales en nuestro continente, así lo certifica el Estudio Tenencia de la tierra: compartiendo información y experiencias para la sostenibilidad (Organización de los Estados Americanos (OEA), 2005). 

Este dilema tiene un carácter multidimensional porque conjuga aspectos sociales, económicos, jurídicos y políticos que muchas veces son pasados por alto, pero que deben tenerse en cuenta para el desarrollo sostenible de cualquier nación, debido a que la tierra no sólo es un bien productivo, sino que tiene un valor simbólico en la vida, asociado a la identidad y herencia cultural, así como el poder y toma de decisiones.

En Latinoamérica, existen grandes desigualdades entre hombres y mujeres; socialmente se ha determinado que cada individuo tiene que desempeñar roles y adquirir estereotipos que definan su comportamiento según su condición sexual. En palabras de Torres (2009), investigadora del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, Rimisp: “A pesar del papel fundamental de las mujeres en la agricultura y la economía campesina, han estado excluidas de sus derechos a la propiedad y acceso a la tierra por motivos legales, culturales y estructurales” (El blog de la Red de prensa Rural), lo que conduce a una pérdida de ingresos y alimentos de calidad.

 Alrededor de cinco décadas han transcurrido desde que acontecieron los primeros brotes de reformas agrarias en América y sus detonantes permanecen iguales: pobreza rural y éxodo hacia las ciudades. Como precisa el consultor Van Dam (1990) en el documento especialmente preparado para la iniciativa Global Tierra, Territorios y Derechos de Acceso: “Cuando todo parecía indicar que el ‘problema de la tierra’, ese antiguo nudo gordiano de la cuestión agraria que alimentó la vida política y social de América Latina, era una reliquia del pasado, hoy asoma nuevamente como tema de debate” (p.1), porque las injusticias dentro de la sociedad rural se ven en el estancamiento de la producción agropecuaria, lo cual tiene como valor agregado una rampante perdida del capital natural.

A la fase de reformas agrarias, le sigue una serie de políticas de fomento a los mercados de tierras, proyectos de titulación y registro. Sin embargo, a como expresa Torres (2009): “Si bien se menciona como uno de los grandes logros de la experiencia agraria latinoamericana la titulación de tierras a parejas, esta concepción no ha podido romper con la vinculación de la mujer a la unidad doméstica” (El blog de la Red Prensa Rural), y al entendido de relaciones armónicas que priorizan la colectividad al interno de la misma.

La tenencia de la tierra en el continente americano se ha caracterizado, desde tiempos coloniales, por la agrupación de la propiedad en un reducido número de haciendas agrícolas que tienen la mayor y mejor parte del territorio. Aunque en la actualidad, las iniciativas puestas en marcha en torno al acceso de las mujeres a la tierra estuvieron enlazadas a los variados foros internacionales sobre la mujer, por ejemplo: La Plataforma de Beijing, donde se puntualizó sobre la labor de los gobiernos de emprender reformas legislativas y administrativas para dar a las mujeres acceso pleno y equitativo a los recursos económicos, éstas todavía tienen que superar prácticas institucionales y culturales que las limitan.

De lo anterior partiremos para desvelar los contextos de Nicaragua, en los cuales la tenencia de la tierra constituyó un motivo de preocupación, y a pesar de ello, las reformas que se han hecho siguen excluyendo a este segmento vulnerable.

Situación del País

En esta parte de la narración damos un preámbulo de cómo se ha desarrollado, en nuestro país, la tenencia de la tierra. Para dicho fin, consultamos el libro Historia de Nicaragua de Frances Kinloch Tijerino, el cual nos proporcionó la bibliografía que se presenta al final del documento. De igual manera, evocamos algunas leyes de la constitución política y nos apoyamos del Diagnóstico Rápido sobre el Acceso a la Tierra de la Mujeres Organizadas en FEMUPROCAN (Federación Agropecuaria de Cooperativas de Mujeres Productoras del Campo de Nicaragua, (FEMUPROCAN), 2008) y de la Radiografía actual del problema de la tierra en Nicaragua (Fundación Internacional para el Desarrollo Económico Global (FIDEG), 2006), que soportan el siguiente análisis histórico.

A inicios del Siglo XV, los españoles introdujeron el principio de propiedad privada, a través de los derechos que el Rey de España concedió sobre miles de caballerías a los peninsulares, españoles residentes en Nicaragua, quienes establecieron una explotación de tipo esclavista conocida tradicionalmente como encomienda. En contraposición, la presencia británica en la costa caribeña de nuestro país, incluyó una jerarquía de autoridades en la sociedad misquita, que hasta entonces se había distinguido por una forma de organización igualitaria. 

Para el año 1821, los patrimonios estaban concentrados en un núcleo de grandes comerciantes criollos, hijos de españoles nacidos en Nicaragua, quienes propugnaban la necesidad de limitar y distribuir la propiedad según un documento emitido por el Virreinato de Guatemala. Sin embargo, la legislación subsiguiente puso en marcha un amplio conjunto de reformas, entre ellas: El reordenamiento bajo el principio de desarrollar la propiedad privada sin tocar las tierras comunales o pertenecientes a la Iglesia Católica. 

En el período de 1831 a 1838 hubo conflictos en las estructuras sociales, conformadas por comerciantes y sectores urbanos ilustrados, que contrariaban las confiscaciones de propiedad. Esta circunstancia fue superada entre las décadas de 1857 a 1870, donde se veía al patrimonio terrenal como una hacienda familiar, es decir, que se miraban desde la perspectiva de latifundios heredados por los tiempos de Colonia. La principal función de la tierra era servir de respaldo para la ubicación social de sus propietarios; en la medida en que se era dueño de más parcelas, la posición social era más importante.

A finales del siglo XVIII el Presidente Pedro Joaquín Chamorro, promulgó la Ley Agraria que atentaba contra las propiedades de los campesinos, esto ocasionó en 1881, la conflagración indígena contra el gobierno. No obstante, en 1888 el panorama comienza a variar en muchos aspectos; la propiedad se convierte en un elemento de alto valor económico, por tanto, se crean los registros de propiedad y se proclaman leyes para organizar el reparto de tierras, donde las mujeres permanecen relegadas a causa del sistema patriarcal que se consolidaba en la sociedad nicaragüense.

Espere la segunda entrega de esta investigación